sábado, abril 14, 2012

El Aquelarre Fascista

Estamos en los albores de un nuevo Estado Policial, en el advenimiento del fascismo disfrazado, que sibilinamente los grandes partidos (PPSOE) nos van a introducir por la puerta de atrás.
Supongo que adelantándose a los acontecimientos, y aprovechando el inmenso privilegio de su mayoría absoluta parlamentaria, el Partido Popular pretende sacar adelante una ley que le permitirá detener de forma indefinida, y con acusaciones por delito MUY GRAVE, a cualquiera que se atreva a desafiar a las fuerzas del Estado, incluso de forma pacífica. El simple hecho de desobedecer la orden de un policía en manifestaciones o sentadas no violentas, podrá considerarse como atentado contra la seguridad y contra fuerzas del orden público.


De la derecha es de esperar esto y mucho más. No olvidemos la enorme cantidad de caciques que han pululado desde tiempos inmemoriales en siglas similares. Pero ¿qué me dicen de la izquierda? Lamentablemente el pueblo ha perdido cualquier referencia socialista. El resultado es un partido político que alardea los ideales de izquierdas, aunque a efectos prácticos apenas acierta a ocultar con astucia sus verdaderas intenciones y su estrecha colaboración con los poderes fácticos.


Me asusta el silencio que la “oposición” socialista parlamentaria guarda al respecto de este proyecto de ley. Es predecible que si termina materializándose, siempre tendrán la escusa que no pudieron hacer nada, que la derechona tiene mayoría absoluta, y que eso pasa con las mayorías absolutas.


Pues bien. No se dejen engañar. La izquierda posee herramientas muy efectivas para luchar contra estas atrocidades legislativas, que atentan contra los derechos fundamentales de las personas, incluso fuera del Parlamento. Pongamos por ejemplo los tribunales internacionales. Pero sospecho que antes de presentar una demanda contra un gobierno del Partido Popular, preferirán meter la cabeza debajo del ala y esperar a que la tormenta pase. Al fin y al cabo esa ley también les vendrá muy bien a ellos cuando vuelvan a gobernar y tengan que mantener a raya las protestas del pueblo.


El fascismo está creciendo en el salón de casa, y nosotros seguimos alimentándolo con nuestra pasividad o nuestro voto dogmático. Derechas e izquierdas se han fusionado en nuestro país para conformar un maquiavélico aquelarre mafioso en directa colaboración con el Gran Capital. Es de estúpidos que el pueblo siga tolerando una situación semejante, cuando la inmensa mayoría de nosotros pertenecemos a un mundo muy distinto al de aquellos que nos encandilan con cantos de sirena a través de las hermosas pantallas planas de las televisiones de última generación.


¡Despierta de una vez!


Egoblack

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