Las exportaciones Alemanas han crecido exponencialmente. Pero su consumo interno es cada vez más bajo. ¿Por qué? La solución radica en una falta absoluta de regulación laboral, donde la figura del Salario Mínimo Interprofesional es inexistente.
Si a eso le sumamos una tendencia política a legislar en favor de la introducción en el mercado de trabajo de personas extracomunitarias, que desgraciadamente son capaces de aceptar condiciones laborales pésimas y vivir hacinados, el cóctel resultante es una sociedad que cada vez se parece más a la sociedad china y menos a la europea. Las exportaciones alemanas en auge reclaman un mayor número de ingenieros. En un primer momento se pensó que serían suficientes con los Españoles, Griegos, Portugueses…Pero Alemania sigue echando en falta a más de 100.000. Para solucionarlo Merkel ha abierto la puerta a los extracomunitarios. Eso sería una opción correcta siempre y cuando no hubiera cambiado la ley que impedía que estos señores tuvieran permisos de trabajo con contratos inferiores a los comprendidos en una horquilla de entre 66.000€ y 45.000€ por una nueva cuota que baja hasta los 35.000€.
Así que señores ingenieros, poco a poco ustedes verán también mermados sus ingresos, incluso en el corazón de Europa. En este sector el asunto no es demasiado grave, pues hablamos de ratios de sueldos que permiten una vida digna, dejando de lado que la plusvalía que consigue la empresa con el trabajo del empleado se dispara exponencialmente. Vayamos por tanto a otros sectores, como el sector servicios, donde la situación de los asalariados empieza a tener tintes dramáticos: Como antes dije, en Alemania no existe la figura del Salario Mínimo Interprofesional. Por lo tanto con la llegada de personas procedentes de lugares menos afortunados del planeta, el empresario tiene la oportunidad de contratar a costes de risa y además de forma absolutamente legal.
En carnes propias hemos vivido situaciones donde nos han exigido bajadas de sueldo de hasta el 50%, que descendían nuestros ingresos a la categoría de insuficientes para llevar una vida digna. ¡Simplemente intolerable! Y además te quedaban claro que la valía del trabajador había pasado a un segundo plano, primando la cantidad de mierda que seas capaz de tragar. O en un lenguaje más correcto, la merma de calidad de vida que seas capaz de soportar. El resultado es evidente. Alemania se empobrece. Cada vez hay más gente con menos capacidad para gastar, por lo que el consumo interno desciende, aunque las exportaciones se disparen y hagan más ricos a unos pocos. Los trabajadores altamente cualificados piensan que esto no llegará a salpicarles directamente. Pero lamento decirles que apenas pasen unos años, el Dorado habrá desaparecido absorbido por la codicia insaciable de los más poderosos. Esta es la nueva Alemania, sin pomadas… Un país con superávit que sigue recortando en servicios sociales de base, que incluso se plantea dejar de pagarles a sus mayores las operaciones de cadera y rodillas, por que para lo que van a durar. Un país con más trabajo, pero cada vez de peor calidad, donde nadie te va a garantizar un salario mínimo, seas Europeo o del sur de Mozambique, seas ingeniero o seas camarero… Señores, Europa se despedaza. ¿No vamos a hacer nada?
Egoblack
Texto extraido del blog www.egoblack.com
Entradas
0 comentarios:
Publicar un comentario