lunes, marzo 05, 2012

Cinismo de Izquierdas


Hoy estamos de vuelta con el “cinismo”.
Yo soy así de insistente, sobre todo en algo tan serio como la política (o al menos a mí me lo parece). No me gusta quedar cosas en el tintero, máxime cuando es una información de vital importancia para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto bajo unos parámetros de información lo más completos y objetivos posibles.



Empezaré, porqué no iba a hacerlo, subrayando como me revuelven las entrañas esa doble moral que esgrime nuestra carnavalesca izquierda socialista. Sus pobres y mancillados votantes caminan con una venda en los ojos hasta las urnas. Allí, cual zombis programados para un fin que va más allá de sus propios conocimientos, lanzan su “sobre” bien cerrado y teñido de esa blanca e impoluta moral característica del fanático, con la esperanza de que un partido integrado por “progresistas” capitanee el Barco de todos los españoles.

En este temprano punto de mi relato ya habrá un montón de socialistas diciendo; “¡Otra vez este fascista atacando a la única fuerza política española que ha defendido los derechos humanos, la libertad y la igualdad!”.
No se preocupen. Los entiendo. Es normal que un mono ignore los oscuros objetivos de un científico loco que experimenta los efectos sobre la mucosa ocular de una nueva crema facial de belleza. Lo lógico es que el mono, mientras el humano lo alimenten y le de cobijo, crea que todo va bien, que el tipo solo pretende cuidarlo y velar por su bien. Incluso le puede hasta coger cariño. Pero la cosa empeora cuando el cabrón de bata blanca te ata a la camilla.

Creo que muchos votantes socialistas ignoran realmente los objetivos del partido, y como monos amaestrados para un fin, permanecen sumisos ante las aviesas intenciones de los Barones.

Y ahora viene la explicación a estas duras afirmaciones:
No voy a poner en duda las buenas intenciones. Estoy seguro que hay muchos militantes absolutamente que realmente piensan que el partido socialista es el paradigma moral, la punta de lanza del bien en eterna lucha contra el mal. En cierto modo me apesadumbran estas inocentes almas, apunto de conocer reveladores y perturbadores datos al respecto.
Recuerdo lo que yo sentí cuando se desvanecieron mis mitos políticos y descubrí que en vez de superhombres dotados de una inteligencia por encima de la media, estaba ante cuatro gilipollas con muy pocos escrúpulos y aun menos intelecto. Pero con una voracidad de poder y gloria que les permitía presentarse ante el público con una sonrisa de hiena apunto de devorar a su presa.

Hablemos por tanto de esos derechos humanos, de la igualdad, la fraternidad y la justicia que, hasta la extenuación, dice defender nuestro PSOE de marras y que tan autorizado se proclama para dar lecciones internacionales al respecto.

Hubo un tiempo en que en España existió una ley maravillosa que permitía perseguir en el extranjero delitos que hubieran cometidos ciudadanos extranjeros, una ley diseñada, sobre todo, para denunciar ante la comunidad internacional violaciones de los derechos fundamentales de las personas, como por ejemplo dictaduras atroces, abusos de fuerzas de seguridad o atentados contra la libertad de prensa. Bajo esta ley nuestro famoso juez Garzón, entre otros, inició complejos, aunque prometedores procesos, como aquellos contra la represión en Mongolia de la infame dictadura comunista china, o los que pretendieron terminar con los excesos continuados de ciertos miembros del ejército israelí hacia civiles palestinos, sin dejarnos atrás la cárcel de Guantánamo, creada exclusivamente para  terroristas internacionales y gestionada por EEUU.

Pero como antes he dicho, hubo un tiempo en que esta ley existió. Desgraciadamente, tras aquella famosa visita de Obama a nuestro expresidente Zapatero, que Pajín definió como un acontecimiento cósmico (no le faltó razón), la ley en cuestión fue liquidada de un plumazo por el gobierno de izquierdas y paradigma de la justicia. Antes de que el avión de Obama despegara rumbo a EEUU, en el BOE se anunció la derogación de la Ley, poniendo punto y final a los casos iniciados por Garzón en el extranjero, entre ellos el caso Couso, que antes no he mencionado.
Dicho esto, cuando la militancia socialista vuelva a hablar de principios de izquierdas, de justicia internacional, de memoria histórica, o de cualquier otra cosa más, les rogaría que no lo hicieran bajo el nombre del PSOE. Es un insulto a la inteligencia, al honor, y sobre todo a la verdad…

Por EgoBlack


LA FRASE: La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad.
Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo y estadista británico.




0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More