sábado, febrero 25, 2012

Los traidores de la Patria

Por EgoBlack

Resumiendo; hace unos días hice un breve análisis de la situación del sector crítico socialista, que pretende un cambio dentro de un Partido ocupado por hordas de mediocres que defienden a capa y a espada la actual estructuración del poder. En definitiva venía a decir que los Grandes Barones del PSOE no son realmente el problema, ni los culpables finales del totalitarismo interno y de la metodología fascista que utilizan para perpetuar su dominio sobre la militancia, sino que es la propia militancia con una actitud condescendiente la que permite y, en cierto modo, disfruta su vasallaje. En concreto hice una comparativa entre las masas aborregadas que a lo largo de nuestra historia dieron poder a los dictadores más abyectos, con el grueso de la militancia socialista, que parece haber entrado en una espiral de alienación ideológica, donde pensar es incómodo y poco recomendable.
Para los que no hayan leído el texto pueden seguir este enlace:  CRÍTICOS EN EL PSOE. “UNA GUERRA PERDIDA”

Para los que estén al día hoy quiero ir un poco más allá. Vamos a analizar la situación desde un punto de vista hipotético donde el sector crítico, al contrario de lo dicho hasta ahora, llegara a tener éxito, a conseguir un cambio político dentro de las estructuras internas del partido y a despertar la moralidad de la gente de izquierdas que aun queda relegada entre los bastidores del PSOE.

Pongámonos pues en esa situación e imaginemos que la revolución interna alcanza su culmen con una insurrección de la mayoría de la militancia, que realmente vivieron su actividad política bajo la opresión y la anulación ideológica. Si tanto tiempo permanecieron callados fue por que necesitaban de terceras personas más carismáticos que saltaran al ruedo y destronaran de una vez por todas a los fascistas que han pervertido la esencia del partido.

Pues bien; la máquina del tiempo nos traslada al año 2018: Tras una larga pelea el Sector Crítico ha vencido. Ahora tenemos una nueva ejecutiva elegida democráticamente, con un congreso Federal que ha respetado las reglas redactadas en la Ley de Partidos, que tras ser convenientemente adaptadas a la era tecnológica,  otorga una representatividad individual de voto a todos los miembros de las corporaciones locales del país, y tan solo con una conexión de internet desde el salón de su casa.

El PSOE puede presumir de dar ejemplo al resto, de iniciar el gran cambio que necesitan nuestros partidos políticos y exigir que la democracia germine desde la misma base de las corporaciones, tratando a todos sus miembros como iguales y utilizando para conseguirlo el potencial de las telecomunicaciones.

Hasta ahí todo un sueño de lo más romántico. Pero sigamos con nuestra fantasía:

Llegados a este punto, los flamantes dirigentes del partido se ponen a trabajar dentro del nuevo panorama, donde las filosofías de izquierdas deben primar sobre cualquier otro interés. En definitiva podríamos decir que a partir de ahora el socialismo se retrotrae a los tiempos en los que el servicio al Pueblo era incondicional, si es que acaso hubo algún tiempo así.

Pero desgraciadamente la cúpula socialista no tarda en darse cuenta de una frustrante realidad. El PSOE, como el resto de partidos, son entidades privadas, asociaciones de personas que proponen listas de afiliados como candidatos a los puestos políticos de las distintas administraciones del Estado, ya sean locales, regionales o nacionales. Estas entidades privadas han ido creciendo en poder e influencia conforme los ciudadanos les otorgábamos nuestra confianza para dirigir el País. Pero mientras tanto, la necesidad de financiación para operaciones de marketing y para el mantenimiento del aparato político interno, se han ido solventando con una enorme e impagable cantidad de créditos, concedidos por otras entidades privadas, que no son otras que las que conforman la Gran Banca o las Grandes Multinacionales. En definitiva, la nueva directiva socialista, empeñada en cambiar el rumbo del partido, se encuentra con que toda su estructura está expuesta a la posibilidad del embargo. El PSOE, como el 90% de los partidos políticos, mantiene una deuda inmensa. Una deuda a la que es imposible hacer frente con la cuota de los socios, cosa que ya sabían las entidades de crédito antes de conceder los préstamos. Entonces ¿por qué los concedieron, si sabían que los partidos políticos serían incapaces de abonar la totalidad del capital prestado, cuanto menos los intereses? Y esa es la cuestión.

La respuesta, como ya pueden intuir, es sencilla, aunque maquiavélica: Los Bancos en ningún momento pensaban cobrar el dinero prestado. Preferían que el Partido adquiriese una deuda privada con ellos, cuanto más grande mejor. Y naturalmente, una vez que el Partido consiguiera que su lista de afiliados se posicionara en el poder, el Banco solo tendría que recurrir a un sencillo chantaje: Favores personales a cambio de condonaciones de préstamo. Dicho de otro modo; los partidos políticos se endeudan para pagar sus multimillonarias campañas electorales y sus estructuras internas, para una vez alcanzado el poder devolver su deuda privada con el dinero del contribuyente, que es público y siempre debe ser invertido en beneficio de la sociedad. Huelga advertir y explicar con más detalle ante el delito que nos encontramos.

Cada duro que la Casta política invierte, o cada ley que se firma en beneficio de grupos de presión, ya sea la Gran Banca o las grandes Multinacionales, es dinero robado al pueblo con la mentira de unas campañas electorales elaboradas en un perfecto discurso demagógico, dirigido a mantener el poder por encima de los intereses generales.  Por consiguiente podemos asegurar que los Partidos Políticos han caído en una perversa espiral de estafa y traición a España y los españoles.

Ahora la nueva directiva socialista, muy roja y todo eso, se encuentra con un partido vendido al Capital, incapaz de afrontar sus deudas sin tirar del dinero del contribuyente y por lo tanto controlado en la sombra por los directivos, ejecutivos y accionistas de las Grandes corporaciones de Crédito.

La fantasía empieza a hacerse añicos… Finalmente el sector crítico socialista despierta a la realidad de que si de veras quieren hacer una política de izquierdas, en primer lugar deben deshacerse de sus viejas ataduras y compromisos con las fuerzas fascistas que controlan el Mercado. Pero evidentemente eso no puede hacerse bajo una estructura de un Partido Político y unas siglas que pueden embargarse solo con chasquear los dedos.

Estoy hablando en concreto del PSOE. Pero esta lamentable situación es extensible al resto. El control que ejercen las Entidades de Crédito sobre estos mentirosos patológicos llamados políticos es casi absoluto, de tal forma que cuando alcanzan la poltrona no dudan en caer en el delito capital de la alta traición a la patria, desvalijando las arcas públicas y legislando con una evidente y malintencionada propensión al exceso Capitalista. Y todo con tal de seguir obteniendo los favores de la Gran Banca.

Este solo es uno de los motivos por los que creo que el sector crítico socialista debería dejarse de intentar cambiar la personalidad de unas siglas que ya se han corrompido hasta el punto de no retorno, cuando solo la muerte es la solución.

Pongamos el ejemplo de la Mafia: Las bandas criminales son lo que son gracias a la personalidad de sus miembros. Actúan como criminales por que son criminales. Y nunca van a dejar de hacerlo, pues dejarían de llamarse mafiosos. Igual pasa con la inmensa mayoría de los Partidos Políticos, que son una Casta de traidores y cobardes avariciosos. que jamás dejarán de serlos y arrastrarán consigo hasta la perdición a las siglas que hoy representan. De no ser por los tiempos en los que vivimos, lo natural habría sido acercarse a ellos en mitad de la plaza pública para abofetearlos con un guante y exigirles una satisfacción: “Elige día, lugar y arma”.

La Frase: El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.


Winston Churchill (1874-1965) Político británico.


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1 comentarios:

Me parece una postura paranoica, la verdad. Según lo que dices, aunque los críticos dentro del PSOE se marcharan y formaran un nuevo partido, al final, acabarían también corrompiéndose y vendiéndose. Para ti los partidos políticos no sirven para nada, pero ahora mismo son la única manera de participar en el sistema democrático. Mira el movimiento 15M, opinaban como tú y no quisieron identificarse con ningún partido político ni formar uno nuevo. Y al final no consiguieron nada.

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