Los ciudadanos nos repetimos con
frecuencia, y más últimamente, que todo está muy mal por culpa de
los políticos: son unos ladrones, unos cobardes y unos
irresponsables que solo miran por su propio beneficio... pero hay
algo que no me cuadra en todo esto, permitanme que se lo explique:
En Italia, la degradación de la
Sanidad Pública ha llegado a tal extremo que, los pacientes que
acuden a “urgencias” tardan una media de más de 24 horas en ser
atendidos. Las autoridades, lejos de destinar más recursos a la
Sanidad, han disminuido en 45.000 el número de sanitarios a lo largo
de los últimos años.
Pero sin embargo, por alguna extraña
razón, los dirigentes que adoptaron esta política ganaban elección
tras elección.
Cruzando el Mediterráneo, en Valencia,
la comunidad autónoma española con peores indicativos económicos,
en donde no hay dinero ni para pagar la calefacción de las escuelas,
se derrochó dinero en proyectos megalómanos. La Fórmula 1 o la
Copa de América son tan solo dos ejemplos, de iniciativas que no han
repercutido en nada que no fuera dar autobombo a unos políticos
encantados de conocerse.
Una vez más me extraño, ¿cómo
llegaron ahí esos políticos?, ¿quién tuvo la irresponsabilidad de
entregarles el manejo del dinero público?.
Si nos desplazamos al norte por el
litoral llegaremos a Cataluña, la comunidad en que más en serio se
han tomado lo de los recortes sanitarios, hasta el extremo de que se
ha creado una doble vía mediante el alquiler de los quirófanos a
compañías privadas, de forma que si tienes dinero te operan rápido,
y si no, pues a la lista de espera.
Lo más desconcertante del caso es que
estas reformas se llevan aplicando desde que subió al poder el nuevo
Gobierno catalán, y sin embargo, en las últimas elecciones
generales ese partido salió ampliamente reforzado con un fuerte
incremento en número de votos.
Si nos montamos en el AVE y nos bajamos
en la capital de España, el panorama es también pintoresco: con un
Gobierno regional que hace todo lo que está en su mano para
potenciar la educación privada (como el distrito escolar único), y
el aumento de subvenciones a la escuela concertada, mientras que de
forma paralela se recorta el dinero destinado a la pública.
Todos sabemos cuales son los resultados
electorales en dicha región, ¿verdad?.
Ahora nos extrañamos de que la Sanidad
pública y universal esté en entredicho, de que la educación vaya
de mal en peor, de que no haya dinero para pagarlo más básico...
pero los que llevaron a cabo esa política durante años y años, no
llegaron al poder por mandato divino, alguien los eligió, alguien
los votó.
La próxima vez que, estando en el bar
sienta deseos de increpar al político de turno cuando salga por la
televisión, piense que los verdaderos culpables están mucho más
cerca, simplemente eche un vistazo a su alrededor.
Raúl Martín Fernández
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